1. DEFENDER LAS ENSEÑANZAS DE LOS MAYORES
El pueblo mapuche sabe que existe fortaleza y guía en las enseñanzas tradicionales y evitan adoptar lo nuevo porque sí o porque lo antiguo parece un sendero arduo. Ellos defienden las enseñanzas que han sobrevivido las pruebas del tiempo.
2. PRESERVAR LA AUTONOMÍA DE NUESTRO LINAJE
El pueblo mapuche mantiene rigidamente su sentido de identidad como independiente y absolutamente separado de otras nacionalidades y de todos los otros linajes. Sí, la defensa de la autonomía perdurará hasta el fin de los tiempos.
3. UN MAPUCHE JAMÁS HABLA EN NOMBRE DE SU EGO PERSONAL.
Ser mapuche requiere una renuncia al ego personal. Un mapuche ni siquiera se plantea reclamar por sus derechos personales o individuales.
4. EL DEBER SAGRADO DE UN HOMBRE O UNA MUJER MAPUCHE
Ellos, los auténticos sucesores del pasado, son los supremos arquitectos del futuro de nuestra raza y los que cumplen con las ceremonias y rituales de continuidad. Ellos llevan esta responsabilidad sobre sus cabezas. Sí, ellos son aquellos elegidos.
6. NUNCA DEGRADAR A UN HERMANO
Entre ellos hay un verdadero sentido de hermandad. Ellos se nutren mutuamente. Nunca hacen a otros sus sirvientes, ni les ordenan, ni les gritan, ni chasquean los dedos, ni baten las palmas, ni les pegan o degradan en ningún momento.
7. LA GENTE MAPUCHE SE AYUDA, Y PROMUEVE ALEGRÍA Y ARMONÍA ENTRE ELLOS
Ellos nunca se enojan, ni incitan temor ni toman ventaja de la salud, de la fortuna o del bienestar de otro hermano.
8. EL FINAL ES SIMPLEMENTE EL COMIENZO
Innumerables sucesores del linaje han pasado antes que yo.
Innumerables me seguirán.
Yo he tejido estas 365 hebras de sabiduría, pero hay infinitamente más para conocer de las cosas de la vida en este sagrado suelo.
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