viernes, 11 de junio de 2010

Machitún

http://api.ning.com/files/9pCLcQxkrAjgFt7-U*B15lEuY0lQTWfbANTzxbuxG1Yd9*2N9yqrpiPUi1EyjQCMECMntr2g4Q*Z00nzq6crXi8Lkx2DL4*1/machitun.jpgMachitún: Este rito de sanación es oficiado por la Machi, una persona consagrada por los dioses a la lucha contra las fuerzas del mal (wekufe). Esta persona debe ser iniciada en un rito en el cual se le asigna una jerarquía, la cual es representada por el número de peldaños labrados en un palo (kemú-kemú), que es el símbolo de su poder. Se supone que las machis son designadas por fuerzas sobrenaturales o fileus, que en el algunos casos se reconocen como antepasados machis.
En el Machitún se invoca a estos los fileus, chamanes del cielo, que manejan el arte de diagnosticar la causa de las enfermedades, que velan sobre sus colegas terrestres (machis) y los asisten en sus tratamientos. Bajo la influencia cristiana estos chamanes han cedido el paso a Dios o Ngenechén. La diferencia práctica entre ellos es imperceptible.
Para el diagnóstico del mal, la machi puede valerse de distintos medios. Uno muy común es la orina, que es observada detenidamente para formarse un cuadro clínico del estado del paciente.
El mal o enfermedad como desequilibrio también puede ser reconocido por signos misteriosos o extraordinarios, como la muerte o la quebradura de una extremidad en un animal, el movimiento de una gallina en círculos concéntricos o el hallazgo de huevos podridos.
Existen otras formas muy curiosas de diagnosticar enfermedades, como por ejemplo, colocar un cordero encima del enfermo y luego examinar las entrañas del animal. El mal también puede ser revelado desde el más allá, que es el medio más complejo y valorado, a través del pewutún, un rito en el cual la machi utiliza todos sus instrumentos para comunicarse con las divinidades. Con una prenda de vestir del enfermo realiza una serie de cantos y oraciones para terminar en un trance, en el cual trasmitirá sus mensajes, revelados por Dios o los machis del cielo. Se supone que en este trance, la machi es poseída por un espíritu al cual consultará sobre la enfermedad. También en estos trances recibe de la mano de Dios los remedios de los cuales se servirá.
La expulsión del mal, que puede considerarse como un ritual de exorcismo, se inicia con un rito solitario que realiza la machi con su kultrún y que consiste en la invocación de los espíritus ancestrales (pillán) para espantar a los malos espíritus.
Ya frente al enfermo, la Machi realiza una plegaria dirigida a las divinidades principales, al "dios de las cascadas de aguas puras y cristalinas" y al "dios de machi, madre de machi".
La curación se lleva a cabo con una oración-canción en la cual la Machi conjura al mal para que abandone el cuerpo del enfermo y también invoca a Dios para pedirle que interceda directamente, que le de fortaleza e inspiración y le revele las causas y los remedios del mal.

Finalmente recita unos conjuros acompañados de fricciones del cuerpo del enfermo con hierbas medicinales.

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