
Profundas tradiciones, que abarcan también a los pueblos guaycurúes, hablan de un Camino del Suñí o de las Estrellas y de un Campo de las Estrellas, al cual se llega por un laberinto que es necesario recorrer para renovarse por dentro.
El cristianismo, al no poder arrancar este milenario simbolismo, lo integró a su credo, y entonces la huella del ñandú se convirtió en 'La Tau de San Francisco', la es señal que identificará a los justos durante el Juicio Final.
Charpentier afirma que en cualquier mitología esta huella es un símbolo que refleja al “iniciado” y ello se da desde la más remota antigüedad.
Se dice que la figura del ñandú simboliza a la Madre Tierra.
El nacimiento del mundo a partir de un huevo es un mito común a celtas, griegos, egipcios, fenicios, cananeos, tibetanos, hindúes, vietnamitas, chinos, japoneses, poblaciones siberianas e indonesias y otros…” En el mito hindú, el Huevo Cósmico, incubado se separa en dos mitades para dar nacimiento al cielo y la tierra…”
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