El paisaje tan querido:
Los estudiosos dicen que la gente mapuche procede de la región del Tíbet, por ejemplo, pero todos los Pueblos Originarios afirman ser propios de aquí.
Una afirmación no se contradice con la otra y es la doble identidad que cada uno de ellos tiene. Como se habrá advertido, aunque el sentido profundo de sus filosofías tienen fundamentos comunes, cada uno le da nombre propio al "Gran Poder" que los asiste. Y esto es así porque a paisaje distinto le corresponde idioma distinto.
Aún ahora, aunque nos hayan homogeneizado con el idioma castellano, cada pueblo tiene su cadencia, sus propios términos, su manera de decir. El idioma, el dialecto, la cadencia, son registros naturales de identidad.
Y a cada dialecto le corresponde también una manera de sentir, lo que demuestra que a la gente la modela el paisaje; nadie existe por su cuenta. Somos dependientes y entonces somos parte y consecuencia de lo que está arriba, abajo y al lado. Las diferencias delimitan territorios.
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