para hacer tu servicio militar en la ciudad,
En el potrero se echó la vaca de la angustia.
Se te dijo que la vida en la ciudad
era una gallina de espinazo pelado
de tanto ser pisada por el gallo del destino.
SE TE ADVIRTIÓ QUE TUVIERAS CUIDADO.
Pero ascendiste por las laderas de lo esencial,
cambiaste a la Rosita Rupailaf por la Lulú Salomé.
Titubeaste en los barrancos de lo sustancioso
para después caer como terrón de tierra.
LUEGO,... NO QUEDÓ MAS QUE JUNTAR TUS PEDAZOS.
Nunca se olvidará el día que volviste al campo.
De tu rostro pálido resbaló
una lagrima de alquitrán.
[Se te advirtió que tuvieras cuidado].
BERNARDO COLIPAN FILGUEIRA - Huiliche de Chile.
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